Hombres.

¿Por qué los hombres y su necesidad de tener el control? ¿Por qué el culparnos de todas sus inseguridades? ¿Por qué aquella manía de hacerse grandes y buscar hacer sentir pequeñas a las mujeres? ¿De qué va todo ese juego de roles? A cerca de quién es más fuerte o quién debería de ser mejor, el amor se trata de igualdad y equilibrio, no de manipulación y control.

Ya no tengo palabras para explicar

Cuantas veces me han dicho que estoy loca pero ¿Por qué?

¿Por ser diferente? ¿Por tener cerebro, pensamientos e ideales propios? ¿Por ser segura de mi misma y amar cada parte de mí? Por nunca quedarme con la boca cerrada cuando algo no es justo? ¿Por decir lo que siento y pienso sin ningún temor? ¿Por tener mis sueños y planes? ¿Por no necesitar de un hombre desesperadamente para ser feliz? He visto a diestra y siniestra como los hombres gritan

a los cuatro vientos que quieren una mujer real, decente, que use su mente y no ande con estupideces...

¿Y luego qué? ellos quieren y quieren, piden y exigen pero ni siquiera se miran ellos al espejo

¿Cómo exiges algo que tu ni siquiera eres o tienes la iniciativa de ser? y para darle más sazón al asunto, por casualidad de la vida se encuentran con una mujer así, ya luego comienza la travesía porque no se guantan absolutamente nada, esperan que les salvemos el mundo, que le resolvamos la vida y no, lo siento mucho pero no somos sus madres y realmente creo que ni sus madres los soportarían.

La mera verdad es que escogen pretender ser fuertes y autosuficientes, entre muchas cosas más, a en realidad serlo. Porque no tienen las pelotas de enfrentar sus problemas e inseguridades y ya después ¿cual es la salida más facil? Culpar a quién tienes al lado.

Nos tachan de dramáticas e inmaduras cuando si quiera han visto su manera de actuar, paracen nenas haciendo berrinche, molestándose solamente porque hemos golpeado su ego, y es que honestamente la realidad es que muchisímas mujeres tenemos más pelotas que los mismisímos hombres ¿Y qué pasa después? Nosotras nos quedamos esperando un cambio, ni siquiera por capricho, si no porque vemos el potencial y ellos solo escogen tirarse al suelo, martirizarse y escudandose bajo la excusa de que todo es nuestra jodida culpa.