Nunca pediste disculpas.

Tu nunca pediste disculpas

o al menos cuando lo hiciste 

ya era demasiado tarde

y me indigna que me exijas que me disculpe,

tal vez porque aún hay cosas que duelen.

Aunque cada día tienen menos peso,

he escogido tener mi propia voz

por encima de la tuya,

porque escucharte solo me ha causado heridas

con las cuales batallo

cada día de mi vida. 

Lo siento, hay cosas que no puedo perdonarte

y no sé si algún día pueda lograrlo

pero tampoco es como que sea mi obligación. 

Las palabras pesan  

y tal vez eso no sea importante para ti

porque ahora estás tratando de ser "diferente"

pero eso no borra todo el daño latente 

que has dejado y sigues dejando en mí. 

Estar contigo es como caminar 

en un campo minado,

nunca se sabe cuando podría explotar 

y todo lo que siempre tienes que decir 

es una crítica o algo que se trate de ti

poniéndote en una posición 

en donde siempre eres la víctima

o en donde eres "la mejor"

 

No quiero tu ayuda

y aunque muchas veces tengas razón,

no quiero escuchar tu voz retumbando en mi cabeza

sólo quiero que me dejes en paz

y si tal vez lo entendieras,

bien podría acercarme a ti

para que las cosas fueran distintas.  

 


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Espacio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que fue.

no title