Una parte de mí

 Sientes que envejeciste cuando de repente recuerdas, que cuando eras niña el mejor amigo de tu hermano te decía que si un hombre te ponía la mano en la rodilla, eso estaba mal. Es curioso y duele un poco darme cuenta de que incluso él me cuidaba más que ellos y me genera demasiada ternura, recordar las cosas que solía decirme como que cuando tuviera mi primer novio el lo tendría que conocer ó  incluso la primera vez que me enseñó a jugar poker y le gané (tal vez porque se embriagó en el proceso) en fin, creo que ahora que soy adulta valoro muchísimo más esos momentos y agradezco que la vida siempre tuve personas orbitando a mi alrededor, que llenaban esos pequeños huecos que dejaba mi familia en mí. 

Por alguna razón nunca sentí que encajaba, por alguna razón siempre fui el bicho raro, por alguna razón siempre decían que terminaría sola y que nunca fui todo aquello que la sociedad y ellos esperaban que fuera. Es curioso pensar en todo eso ahora, pensar en todas las pequeñas cosas y personas que dejé atrás.

A pesar de que él también emigró, llevo conmigo los recuerdos como cuando él estaba en clases de piano y yo le rogué que me prestara su teclado y era justo ahí, en ese momento e instante en donde me obsesioné totalmente con tocar el piano y pasaba horas y horas tocando hasta aprender alguna que otra canción. Quisiera contarle que al final del día, mi instrumento favorito no fue ese, si no la guitarra. 

Les juro que justo ahora se me estruja el corazón porque no me había dado cuenta lo mucho que esas cosas forman una parte importante de mí.

 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Espacio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que fue.

no title