Por ser quién soy.

 Mi madre tiene una extraña manera de expresarse y la verdad creo que ya ni siquiera vale la pena enojarme, yo sólo sé que algún día no muy lejano me marcharé. Con todos estos años que han pasado de terapias intermitentes en las cuales no he podido terminar mi tratamiento, una de las cosas que he aprendido es que por mucho veneno que tiren con sus palabras, desde hace mucho tiempo que eso se dejó de tratar de mí. De alguna manera ahora es como si no estuviera enojada y supongo que tiene que ver con algún tipo de duelo que estoy atravesando. 

He dejado caer al suelo todas mis expectativas y las he visto romperse en pedacitos cual si fuera alguna clase de cristal, y mis lágrimas se escurren y queman cual si fuera mi sangre escurriendo a través de mis dedos.

ELLOS NO CAMBIARÁN y de alguna manera es eso lo que más duele aceptar y ahora mi percepción ha pasado del rechazo y desprecio a algún tipo de lástima por la vida que han decidido llevar. 

Los he escuchado discutir por el resto de mi vida, bueno si es que así se podría llamar ya que sus "discusiones" consisten en que mamá simplemente hable durante dos hora y papá se limite a contestar "si, no" o alguna otra frase monosílaba que se le ocurra. Me he despertado esta mañana con mi hija pensando de alguna manera en como mi mamá no se da cuenta que ahí no es y el como se ha condenado durante 30 años de su vida o quizás más, tratando de cambiar aun hombre que simplemente no va a cambiar. Es curioso como quiere castigarme por haber estado con mi ex, es curioso como sigue criticándome jactándose de que ella fue un "gran ejemplo" cuando claramente yo dejé a mi ex por exactamente las mismas razones por las cuales veo a mi mamá luchar día con día con mi papá. 

¿Qué tan poco amor propio debes de tener? para silenciarte de esa manera y luego querer castigar a todos por unas decisiones que tú tomaste...

Pero ahora tú me criticas por haberme escogido, y muchas veces pienso que sientes celos porque estoy haciendo todas esas cosas que tu no. Y es muy extraño porque a veces se siente como si trataras de hacerme más pequeña... pero no, yo no soy esa clase de chica y yo no nací para hacerte sentir orgullosa. Yo vine a este mundo a ser yo misma y a experimentar el mundo de una manera humana, sensible, amable y transparente. 

Esta vez tengo la suficiente edad para decir que no me disculparé jamás por ser quién soy.