pensaste en mí, lo sé.

Recordé el olor de tu perfume y sentí un poquito de ansiedad, desde hace tiempo he sentido que has querido decirme algo pero no se ha dado el momento indicado porque a final de cuentas, contigo siempre se sintió como que había demasiada gente alrededor. 

He pensado en todo el tiempo que ha pasado y el como nunca desapareces de mi vida, en como nos seguimos preocupando el uno por el otro desde la distancia.

Si tu estás bien, yo estoy bien. 

Te quiero y siempre te amaré, creo que no es un secreto aunque a veces creas que te odio. 

Le he contado a cada persona a cerca de ti, incluso cuando he llegado a enamorarme les comento que formas parte de mí.

¿Perdonarte? 

Por un instante quise abandonarte pero ¿Cómo arranco a alguien que forma parte de mi? Seguí adelante y me enamoré de otros, de otros que me rompieron el corazón, no tanto como tú lo hiciste... Pero aún así me sirvió de lección. 

Siempre te he llevado presente y en secreto te he dado las gracias por absolutamente todo. 

Fue septiembre y reviví, sabiendo que estarías pensando en mí y te vi, fue como respirar un poco de nuevo. 

Fue octubre, fue tu cumpleaños y sin querer estuve ahí desde la distancia. Una vez más acabé dándote un regalo diferente al que cualquier otra persona pudo haberte dado (honestamente no lo planee) y fue ahí cuando me di cuenta, drogados en medio de la noche viendo las estrellas, que esto era algo más fuerte y grande que yo y que de alguna manera tenía que dejarlo fluir a ver qué pasaba. 

Te amo, nunca dejé de sentirlo. 

La diferencia es que me escogí a mí por encima de todas las demás otras cosas, y ahora, después de casi dos años me estoy planteando nuevamente quién soy. 

Pensaste en mí, lo sé. 

Yo también lo hice.