Diario de Ori.
En algún momento llegaré a pensar en esto y se sentirá tan lejos, porque mi corazón ya no duele tanto, porque la vida me ha enseñado tanto a través del dolor.
¿En qué momento acabé con una vista como esta, conversando con alguien como tú? Me sentí tan fugaz por un instante, realmente no lo pude evitar.
***
Iba caminando y el mensaje estaba ahí, tú hablando desde el enojo y quizás desde el dolor pero a final de cuentas ya ni siquiera me confundió...
Tratando de hacerme pequeña, hablando desde un ego que está a punto de explotar, ya ni siquiera tengo suficientes fuerzas para llorarte, tampoco tengo suficiente dolor para preocuparme y es ahí cuando descubro que la vida siempre es algo más.
Todo cae por su propio peso, no quiero pensar en qué tan roto estás o en cada cuanto desvarías y luego te vuelves a encontrar.
Sólo espero que mis acciones te hablen, te pesen, te brillen, te amen cuando estés aunque sea en un pequeño momento de lucidez.
Sé feliz itnas, sé feliz.
No podré decir que te esperaré lo suficiente, cuando la vida arrastra a alguien más hacia mí...
No podré decir que soy una santa pero tampoco alguien que infringe dolor por placer, a final de cuentas sólo soy un fantasma, alguien que ya sabía que eventualmente todo esto se iba a desvanecer.
Te vi y lo supe, me aferré tanto tratando de no desaparecer pero al final todo se hizo cenizas y de apoco te fuiste diluyendo por entre mis dedos, era la vida gritándome una vez más que nada en este mundo es permanente y que tampoco podría ser de mi propiedad.
Comentarios