corotos de mi corazón.

No puedo releer lo que te escribí porque pienso en que quizás fui demasiado dura y que pude haber utilizado palabras menos avasallantes pero ya es demasiado tarde, y me doy cuenta también que si lo dije así es porque era la única manera que conocía para decirlo.
Me siento triste al sentir que pude haberte lastimado pero existe una lista extensa de mil maneras en las cuales tu también me lastimaste a mí, claramente eso no es excusa para desquitarme y ya no sé bien cómo explicarte que no encontraba otra manera de contarte aquellas cosas que venía guardando dentro de mí.

Cada que escuchaba tu nombre algo me dolía, nunca dejaste de ser una espina en mi corazón y al escuchar las historias me decía... No decía nada, solo sentía una oleada de preocupación.

Sentí que me alejaba tanto y tu no dabas ni  una señal de vida, me hacía pensar que nunca fuiste realmente parte de mi vida, me dolía pensar que el hecho de que no estuvieras me brindara paz y que al mismo tiempo me hiciera extrañarte un poco. 

¿Por qué tenías que llamarme?
No quería recordarte, no más de lo que estuve recordándote, con cada uno de tus dibujos, con cada uno de tus regalos, con cada uno de los sueños que tenía a cerca de ti, que hace muchísimo tiempo no tenía...
Parecía que querías sentirme cerca de ti, pero estoy cansada de imaginarme cosas y que todo lo que produzcas en mí sea dudas.

Honestamente esa conversación pequeña solo fue una excusa para decirte todo lo que sentía desde hace tiempo, cosas que no sabía que guardaba, que no sabía que dolían, que no sabía que molestaban... 

Ya no sé si al decirte algunas cosas, solo estaba hablando de mí. 
Ya no sé siquiera si estaba hablando de ti. 
Probablemente estaba hablando de los dos. 

Conocí a alguien, alguien que jamás imaginé, alguien que me trata de esa manera en la cual me hubiese gustado que me trataras tú, alguien que me miró a los ojos con cariño y chocó su frente con la mía tratando de tomar el valor para besarme y que cuando lo hizo, fue con amor... Y ¿qué te puedo decir? Eso me dolió y como quisiera no haberte pensado cuando eso pasó porque sé que esa persona no se merece eso pero la peor parte de ello es que fue como si te atrajera con la mente porque justo en ese instante me llamaste y eso, eso me dolió más.  No contesté, te envié un mensaje y te leí, casi no contestaba porque no quería saber tanto de ti, no quería que removieras lo que había estado tratando de dejar atrás. 

Tomó mi mano, me abrazó, besó mi frente, me preparó de comer, sabía detalles de mi que tú nunca supiste pero ¿por qué estaba pensando en ti?  Detesto pensar en que me rompiste de una manera en la que quizás ya no pueda volver a enamorarme cuando en el fondo sé que eso que está hablando es mi dolor. 
Me estoy mintiendo, porque sé perfectamente que podría seguir mi vida sin ti, porque realmente no te necesito. 








Comentarios

Entradas más populares de este blog

Espacio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que fue.

no title