Abandonarte a ti, sería como abandonarme a mí.

Juegos de orgullo,

un recuerdo descolorido,

palabras llenas de dolor

pero eso ya pasó

¿No es así?

¿Cómo es que esto se ha convertido en una batalla?

¿Podría llamarle batalla del amor?

He intentado tantas veces alejarme,

he creído tantas veces que es el final

pero la vida sigue jalándonos

y no sé por qué.

Quisiera decir que esto es magia,

quisiera hablar acerca de ti y de mí

pero no importa cuántas palabras salgan,

sólo estoy estupefacta mirándote,

pensando en que quiero que calles

y que sólo te quiero besar

¿Cómo puedo explicarlo?

que no borro de mi mente cuando tomé tus manos

y me miraste, me miraste realmente como soy.

aquí nadie nos conoce,

aquí adentro sólo somos tu y yo.

es ahí donde me cuentas tus secretos,

donde yo puedo morir.

se me escapa el alma un isntante,

mis pecados caen sobre mí;

perdóname, perdóname

tengo las mías, tu las tuyas

y es así.

Movemos montañas,

seguimos aquí,

dices que continuas porque me quieres,

que no cambiarías ni una sola cosa de mí

y yo ya no espero nada

porque te quiero, pero ya no te quiero así.

Intento sentirme tuya un momento

con tu camisa,

quiero impregnarme de olor a ti

pero siempre he sabido que soy de la vida

y  que honestamente no sé 

qué es eso que te hace feliz;

no me pierdo demasiado en eso

porque sólo conoces el dolor

y muy pocas veces te he oído hablar de amor.

Tus besos son suaves

y muerdes mi labio

pero de un tiempo para acá

he sentido como te derrites,

he detectado tu suavidad

me gusta...

Me quieres a tu manera

pero eventualmente comprendo

que eso no es suficiente para mí

y sin embargo cuando intento

 acurrucarme entre tus brazos,

siento que sólo huyes de mí.

Tu cabeza da vueltas,

te estás buscando a ti,

tratas de dejarla a ella,

tratas de arrancar la ira de ti.

tratas de dejar los vicios

pero parece ser medicina que te enferma

y yo sólo estoy parada viendo

como tal vez alguna de mis cartas

hacen efecto en ti.

A veces sólo siento que he sido un secreto

a veces sólo siento que te he empujado de mí

¿Qué quiere la vida?

¿Qué quieres tú de mí?

Te he ayudado lo suficiente

pero cuando te abrazo

sin decir una palabra

cuando me miras y me besas suavemente,

no hay ninguna palabra ni razón 

que pueda alejarme,

te lo dije una vez

Abandorte a ti

sería como abandonarme a mí.