Tristeza. Tengo que dejarte ir. tengo que abrazarme a mí.

Hoy fui al centro, iba a comprar unas cuantas cosas para tu cumpleaños y no sé cómo terminé emocionándome más de la cuenta.

Este regalo que tengo para ti es diferente, jamás había hecho algo así por alguien y me pregunto por qué con nadie más y contigo sí.

A veces sigues siendo un idiota...

Y no sé por qué sigo sonriendo cuando pienso en la posible cara de emoción que pondrías al abrir tu regalo. 

Al mismo tiempo siento tristeza, por cada una de la cosas que he hecho por ti, porque las he hecho sabiendo que posiblemente no me darás nada de vuelta. Sabiendo que posiblemente no lo valorarás hasta que pase ¿alguna cagada? ¿tres meses? Quién sabe... O tal vez nunca.

Te he visto, conoces gente nueva y adentrarte en el mundo exterior te sienta tan bien que me hace creer que no haría falta en tu vida. Quisiera no me doliera pero me doy cuenta que eso significa que tengo que trabajar en mí. 

No puedo permitir que sigas desbloqueando estas inseguridades en mi.

Realmente estoy feliz por ti, pero me entristece darme cuenta que siempre dirás palabras hermosas, gestos preciosos para todo el mundo menos para mí.

¿Por qué no puedes ver lo valiosa que soy? 

Todos lo notan menos tú, o tal vez si lo sabes y eres demasiado egoísta.

Sé qué no debería importarme, pero sin embargo siempre sentí un poco de envidia por las demás personas. Siempre te llevaste súper bien con ellos y conmigo... Conmigo no.

Creo que jamás he sido tu tipo de chica ni de amiga, ni de nada.

A veces sólo haces que me pregunte por qué sigo aquí pero después me gana el sentimiento y acabo en el mismo lugar.

A veces sólo quiero hacer como si no fueras nada de mí, como si no me importaras... 

A veces quisiera que el tiempo se borrara, que nada de esto hubiera pasado pero sé que eso no cambia nada porque el corazón quiere lo que quiere.

Tienes razón, no tienes qué ofrecerme ahora, no sabes cómo darme lo que necesito y es totalmente válido. En cuanto a mi, sé que debo soltarte...

Tengo que soltarte, tengo que aferrarme a mí.

Vamos en caminos distintos, sintonías diferentes y eso no significa que alguno de los dos tenga la culpa. 

Mientras más me aferro a ti, la vida me grita una y otra vez que tengo que quererme a mí. 

Por mucho que me duela quiero confiar en que la vida tiene a alguien mejor que me dará mucho más de lo que te estoy dando a tí.

Estoy estúpidamente enamorada de ti y creo que lo mejor que podría hacer es darme la vuelta y seguir...

te quiero tanto pero cuando no estuviste me sentí tan bien...

Y me hace pensar en lo débiles que somos cuando amamos.

Te quiero pero no me gusta esta versión de mí, no me gusta hacerme pequeña, callarme las cosas y sonreír.

Te quiero pero no soy el tipo de mujer que necesitas ahora, a veces creo jamás lo seré.

Te quiero pero no puedo continuar de esta manera...

Pero no sé cómo sacarte de mí.

A veces quisiera más tiempo lejos, tiempo lejos de ti.

A veces quisiera no permitir que me importe, ni ser tan sensible cuando se trata de ti.

Quisiera no sentir esas pequeñas punzadas... 

Quisiera no enojarme, no llorar, no entristecerme.

 A veces quisiera escapar, sin embargo tuve la oportunidad de marcharme de ese lugar y dije que no. 

Porque sé que escapar no es de valientes y tampoco resuelve nada.