Recoger los pedazos.

Cuando el dolor deje de reflejarse en tu ego
es cuando comenzarás a sanar
pero mientras tanto sigues atacando
con palabras acuchillantes
y me doy cuenta que es un asunto
en el cual no puedo interferir.

De alguna manera esto me arrastra
porque en sus momentos de desesperación
soy yo quién está ahí
de alguna forma he aprendido
a no alfigirme por ciertas cosas
y me he convertido en alguien más fuerte.

La veo y de cierta manera
entiendo por qué soy así.
Pero nadie nunca ve sus propios defectos
al menos no lo suficiente
como para saber arreglarlos o mejorarlos.

Sabe qué es lo que tiene que hacer
pero no lo hace
y sigue intentando una y otra vez
con el mismo método que sabe
realmente no funcionará.

Es triste darme cuenta
de que sólo tengo que sentarme 
a recoger los pedazos.




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