Moes diaries (desahogo y sanación)

Ayer mamá habló conmigo otra vez, me dijo que no había hecho la tarea que me había puesto, esa de escribir todas las cosas que me enojaban y dolían de todos (incluso de mí) y luego quemarla.  Honestamente no supe qué contestarle, meses atrás había intentado escribirla y la dejé a medias (como la mayoría de las cosas que suelo hacer). Pero hoy por la mañana fue diferente, hoy escribí una nueva al despertar y en el proceso, me fui haciendo consciente de cada una de las cosas que he hecho, que me han pasado, sean malas o buenas. 
El chiste de todo esto es que mi mamá tiene una increíble habilidad, de hacerme caer en cuenta de mis cagadas (ahora mismo esto me da risa, pero hace unas horas estaba llorando como magdalena). Lo hice. La quemé. Vi como se hacía cenizas y en el proceso recordé todas las demás cartas que escribí sobre como me sentía, no lo dudé, recogí cada una de ellas, absolutamente todas las que hablaban de tristeza y dolor y las aventé al fuego. Si, mamá tenía razón. Estas cosas te hacen sentir mejor, estas cosas realmente simbolizan el dejar ir, el soltar, el sanar. 
Después de todo eso, sentí que ya no podía ocultar nada, como si me estuviera purgando... 
Hasta que me desbordé cuando mamá preguntó si estaba bien.
Le hablé de mí, de mi miedo al fracaso, del miedo que tengo a que me digan que no. Le hablé de mi ex, de como destruyó mis sentimientos, de como me rompió el corazón y el después, cuando salía con otras personas no podía continuar, no podía permitirme sentir algo bonito porque no quería me lastimaran de nuevo. También le hablé de él, de casi todas las cosas que habían sucedido, de lo mucho que lo quiero pero que no sé en qué momento nuestras emociones se salieron de control. Le hablé de su soberbia, de las cosas que me lastimaron de él, de todo el tiempo que estuve enojada, de todas las veces que lo alejé. Le hablé de su pasado, de las cicatrices que carga con él, que sabía no me convenía pero que por encima de todo siempre quise e intenté mantener una amistad. Que cuando todo eso comenzó, yo sabía que quería estar sola, pero que necesitaba una buena amistad y que fue en el proceso donde todo se distorsionó
Ella me dijo tantas cosas... 
Que era parte del proceso de sanar, me dijo que le dijera lo que sentía, que cada una de las cosas siempre se arreglaban con la comunicación. Que no debimos de apresurarnos, que teníamos que dejar las cosas fluir, que ambos teníamos que perdonarnos, teníamos que volver a empezar sin ninguna expectativa absurda, que fueramos amigos y que después que pasara lo que tuviera que pasar, sí es que era eso lo que tenía que pasar.

Si, mamá tenía razón.

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