ALMA DESCONOCIDA (STTORYBOX EDITION XXIX)
Corazones frágiles los de ambos, ya bastantes destrozados por el resto del mundo; Uno resignado a volver a amar y el otro sumido en la oscuridad. Nunca buscamos amarnos, nunca mirábamos hacia el frente, siempre con la mirada baja y sin embargo, chocamos uno con el otro por andar sin mirar por donde andábamos.
Nos enviábamos miradas perspicaces cuando nadie estaba observando, solo por precaución; Hasta que un día me resbale, me caí y te deje entrar ¡Vaya alivio! al saber que comprendías mis sentimientos y pensamientos también, fue en ese preciso instante de fragilidad, en que viste quien realmente era yo... y me enamorè.
Un peso enorme de mi pecho se desprendió el día en que declaraste tu amor por mi, ya no sentía miedo, ya podía simplemente brindarte sin limites todo el amor que de mi nacía y tu me mirabas con esos ojos llameantes y brillantes, llenos de amor infinito, podía sentir tu amor en cada centímetro de ti, y aún lo sigo sintiendo. Eso es lo mejor de nosotros, que se siente como si nos conociéramos de vidas pasadas, y es por eso que siempre hemos sido solos tu y yo contra el mundo.
¿Escuchas eso? ¿Escuchas esa voz? Constante y resonante, a veces dulce y confortante, otras veces... ni lo màs cercano a ello.
Le costò tanto llegar a donde està, le costò tanto expulsar la doctrina con la cual estuvo luchando durante años.
Ya no es una niña, ya no es una muñeca de papel, no es ni la sombra de lo que era ayer...
Abriò sus ojos con brusquedad y mirò al público a su alrededor, a pesar de ser sangre de su sangre se sentía como una extraña entre ellos, sentada en medio de un juzgado, pasmada por la frustración.
Al principio se defendió haciendo que el silencio desapareciera, tratando de controlar sus emociones, pero eso solo fomentò los gritos eufóricos y coléricos. Ya estaba cansada de esto, podía sentir el constante martilleo en su pecho haciéndole recordar que sigue con vida, podía sentir las palabras en su cabeza intentando salir, palabras entrecortadas que estaban siendo interrumpidas por un enorme quebranto en su voz.
No aguantò, no lo tolerò.
No quería continuar, detestaba esto con todo su alma, eso solo era una cuchilla màs en su corazón, en su alma.
Ella se fue dejando huellas fantasmagóricas de sus pasos resonantes en las escaleras, dejando solo el silencioso sonido del pestillo de la puerta colocado.
Pueden llamarla cobarde, estando otra vez llorando en su cuarto, otra vez llorando en su habitación.
¿Estaba siendo demasiado buena al callar? solo para evitar discusiones dañinas.
¿Estaba siendo mala al reventar a solas? Hacerlo frente a ellos solo le llevaría a un choque, que provocaría a la incineración de toda la maldita ciudad.
Exigían respeto de manera autoritaria, pero el respeto que les tenìa se partiò en mil pedazos cuando una lluvia de prejuicios cayó sobre ella, cuando de sus labios brotaron palabras que jamás imaginaba que brotarían.
El amor sigue vivo, las marcas siguen siendo imborrables...
las memorias siguen siendo palpables.
Encerrada en su mente por culpa de ustedes, por culpa de usted presionando una y otra vez, tratando de cambiar lo que es.
No intentes abrir tu boca esta vez, no te preguntes "¿por què?"
Sabes muy bien que ella es un producto fallido de ti.
"¿Por qué te alejas?"
"¿Por qué eres asì?"
Sangre de su sangre, amor convertido en odio, odio convertido en afecto, ya nada es como antes y el puente roto jamás se volverá a reconstruir.
La pieza perdida de algún otro rompecabezas, menos de el que tiene entre sus manos.
La jaula que también es su hogar.
Se dejò caer al suelo como signo de rendición.
Esperaba escapar y no volver jamás, pero es una mentira que se dice cada día porque sabe que volverá.
Aunque desprenda indiferencia, le importa y los cuidara.
Dicen que es un alma buena, incluso podrían ponerla en un pedestal...
pero ella jamás sintió ser alguien especial, jamás sintió ser alguien normal por mucho que lo intentò, y por sobre todas las cosas, jamás sintió ser menos que los demás.
Solo era ella contra el mundo, y eso bastaba.
Solo era ella y su propia aceptación, solo eso bastaba.
Solo era ella... solo ella y sus palabras, su corazón, su alma, su voz, y eso bastaba.
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