Confesiones.
Y confieso que imaginé más de una vez, las más cursis escenas y que en todas ellas, te encontrabas tú. Que al ver alguna pareja, deseaba que esos fuéramos tu y yo.
Confieso que desde el momento en que decidiste tomar mi mano, jamás dejé de buscar el entrelazar nuestros dedos. Y que te quise casi con toda la intensidad que llevo dentro de mí; Que mis ojos jamás te pudieron ni podrán mentir.
Confieso que aún te quiero, pero que mis sentimientos adormecidos están, y que en algún instante sentí celos, tanto que no soportaba la conmoción de ver parejas enamoradas en la calle o en la televisión pasar.
Admito haberme enfadado, por tus pequeñas manías que creo que a veces, ni siquiera tú podías notar. Y haberme enamorado de tus defectos, deseando en el camino tener la oportunidad y el tiempo de mejorarlos, de motivarte a ser alguien mejor.
Admito estar enamorada, haber deseado entregarte absolutamente todo a ti, haberte pensado demasiadas veces. Haberme odiado porque alterabas el regulador de emociones en mí.
Admito haber deseado con todas mis fuerzas inspirarte, hacerte sonreír, hacerte inmensamente feliz y enamorarte cada día, simplemente cada día más...
Admito que te extraño, pero que no tengo otra opción.
Y que como te dije antes, tengo la certeza de que un día podremos reanudar nuestro amor.
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