Sentí tus labios suaves y luego observé la forma en cómo me mirabas, demonios... me encantas. Me encanta esa picardía con una pizca de ternura, me encanta el hecho de que seas tan juguetón, que sepas siempre cómo hacerme reír y que no tengas miedo de burlarte de mí, me encanta cómo me desafías, como me haces cuestionarme y hacer las cosas mejor, el como me motivas y me das unas perspectiva totalmente diferente de la que veo yo.
Me encanta como me corriges cuando hablo de tu y yo, que siempre intentes mantenernos unidos en una oración; me encanta tu precisión, la forma en la que siempre te muestras tan seguro de ti mismo, la forma en la que cuando te propones algo lo llevas a cabo hasta el final y también la forma en la que siempre quieres hacer todas las cosas bien.
Me encantas... eres todo lo que quiero, detesto, amo y necesito, eres esa clase de persona que quiero mantener dentro de mi vida, esa clase de persona que simplemente sus vibras coinciden con las mías de una manera inexplicable.
Te quiero, te quiero un montón y aunque no esté profundamente enamorada de ti, sé que a medida que nos vayamos conociendo, a medida que pasé el tiempo se pondrá mejor porque sé que te encargarás de hacerme amarte profundamente, de hacer que me enamore perdidamente de ti...
Tú tienes ese algo que yo quiero, que me encanta y que me mata.
De eso se trata el amor, de poco a poco ir conociéndose y amando cada pequeña cosa, de cada día encontrar una nueva razón para amar esa persona... 

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