Aquí está
Por todos los momentos en que fuimos felices juntos, y todas las veces que sentí que te amé. Aquí están mis palabras, mis sentimientos, todo lo que me guardé:
Te amé, te juro que te amé con toda mi alma hasta no poder más, hasta quedar simplemente vacía, y odié que al final olvidaras la clase de persona que soy. Es absurdo como me dijiste que no actuara ante las personas como si todo fuera tu culpa, cuando sabes muy bien que yo jamás haría eso porque simplemente no es correcto. Ahora, si hablamos de ti sé que tú si me odiarías, que si hablarás mierdas de mí, porque eres así: inmaduro.
Te juro que odie todas las veces que perdías la cabeza y comenzabas a disparar tus palabras afiladas sin sentido hacia mí, pero como te amaba simplemente las dejé pasar y seguí adelante actuando como si jamás me hubieses hecho daño; Pero tú, JAJA tú... tú jamás pudiste dejar ir mis defectos, jamás pudiste seguir adelante porque estabas constantemente recordándome todos los errores que cometí. Maldición, contigo te juro que lo intenté e incluso dejé de hacer y ser muchas cosas, y me siento estúpida por ello, porque se supone que en el amor no te limita, si no que te libera.
Estaba enamorada, lo estaba, absorbiste cada gota de sentimiento que me quedaba.
¿Quién te crees que eres?
Me amaste cuando era solo una niña, amaste que quisiera acurrucarme y perderme en ti, amaste que hayas sido mi primer amor, pero cuando crecí, cuando me di cuenta de todos tus defectos, cuando notaste que noté que se te cayó la careta, simplemente comenzaste a hacer berrinches porque ya no era la misma de antes, porque ya no te necesitaba. Al principio sentí una punzada de dolor, porque pensé que no te amé lo suficiente, pensé que merecías a alguien mejor, pero luego me di cuenta que tú necesitabas crecer y yo, yo necesitaba a alguien mejor.
Te deseé lo mejor y entre lágrimas agridulces y a regañadientes me dijiste que era mi culpa, que jamás te volverías a enamorar por mi culpa, que el amor no existía pero cariño... Sólo espero que algún día lo superes, crezcas y te des cuenta que el amor existe, que este no hay que forzarlo, y que no es el amor el que hace daño, si no las personas, uno mismo, tú, yo.
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