Ser Temperamental.

Detesto a veces ser tan temperamental, dejar que las emociones intensas me dominen llevándome a realizar acciones impulsivas, como por ejemplo: escapar.
Siempre busco aislarme para empujar aquellas emociones lo más lejos posible o simplemente dejar que terminen de abrazarme hasta que estas se vayan, dejándome en  completa serenidad.
A veces lágrimas sin sentido aparecen, solo para liberar presión; Y me hacen pensar en las muchas veces que detesté ser tan frágil, pero ya no. Ahora cuando estoy ofuscada me hace sentir mejor el hecho de que no soy tan frágil como antes, pero de cierta forma me sigue crispando el saber que sigo siendo frágil hasta cierta medida.

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