No soy idiota.

Ni una palabra, no puedo abrir mi boca, ni siquiera mover los labios estando frente a ti,
contigo siempre existe una excusa para discutir.
Dices que soy injusta, todo porque no me gusta seguir del todo tus reglas (ninguna de ellas va conmigo y sin embargo lo intento un poco para mantenerte en calma).
El problema es que siempre continúas mirándome a los ojos y hablándome como si fuera una tonta,
como si no fuera capaz de pensar y tener ideas para construirlas en la vida real. Estoy aquí, he crecido no soy idiota.

Ese es el problema, el mundo debería dejar de tratar a los adolescentes como si fueran estúpidos. 


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