Mi secreto.
Al principio de todo no sé por qué no era capaz de pronunciar tu nombre en frente de ti o a los demás, no me resultaba cómodo el hecho de que tu nombre estuviera acariciando mis labios, realmente no estaba acostumbrada a ti.
Entonces pronunciaba tu nombre en voz baja, en un susurro, como si fueras alguien sagrado, eras como un secreto, uno que yo guardaba celosamente para mí nada más.
Entonces pronunciaba tu nombre en voz baja, en un susurro, como si fueras alguien sagrado, eras como un secreto, uno que yo guardaba celosamente para mí nada más.
Comentarios