Me besó.


Él me besó y no se sintió como en los libros, no sentí que ''volaba'' o que mi corazón se exaltaba, tampoco sentí ''mariposas'' en mi estomago; Realmente mi mente estaba en completo silencio, y todo lo que aquél beso me pudo brindar fue la calma porque me hizo sentir como si estuviera tomando alguna clase de droga...
Una droga a la cual sabía que me volvería adicta.

Me encontraba entre sus brazos, que eran tan cálidos como un hogar, y juro que no quería que me soltara.

Me había dado cuenta de que quería más, de que no quería detenerme nunca.





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Espacio entre lo que fuimos, lo que somos y lo que fue.

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